Nada está escrito

Nada está escrito

viernes, 3 de septiembre de 2010

Quisiera tanto quisiera

Quisiera poder perderme en un sueño, sumergirme por siempre en una eternidad.

Quisiera poder vivir sin saber si estoy despierta o dormida.

Quisiera a veces no estar consciente, tener la mente en blanco, caminar sin rumbo, ser sin estar.

Quisiera correr con los ojos cerrados sin miedo de caer jamás.

Quisiera tanto quisiera...

viernes, 23 de julio de 2010

Perdida

Me he perdido, y no se donde encontrarme.
Puedo buscar en los recuerdos, pero creo que no seré jamás la misma...
Puedo buscar en lo que escribo, pero creo que jamás será suficiente...
Puedo buscar en las calles, pero creo que las multitudes podrían confundirme...

Seguiré en mi búsqueda...


jueves, 1 de julio de 2010

Una encrucijada

Y miramos a nuestro alrededor y descubrimos que las posibilidades son simplemente infinitas. Unas mejores que otras, otras más tentativas que algunas, alguna cada vez mejor que la anterior. Y ahí viene la encrucijada, justo ahí, cuando todo nos gusta tanto que no sabemos que nos gusta más.
Es verdad; no soy buena para tomar decisiones, lo se bien. Me toma tiempo, a veces con cosas tan sencillas como escoger entre helado de chocolate o de mora.
Se me enreda el alma, la mente, mi corazón, mis antojos y mi razón. Tantas cosas en mi cabeza; tantas razones de un lado o del otro, ideas, miedos y ambiciones, hay tanto en mi cabeza que simplemente parece que no hay nada. Dentro de mí el tiempo se detiene, aunque afuera este sigue su transcurso haciendo parecer que cada segundo llega más pronto que el anterior.
Y llega el momento de decidir, de adelantar mi propio tiempo lo suficiente para lograr alcanzar el tiempo real, de mirar a alguien a los ojos y transmitir tantos pensamientos en una sola idea.
Decidimos y se termina la encrucijada sin saber si fue ese el mejor final que se le pudo dar...

A la hora de escoger, las monedas parecen ser más decididas que yo, quizás debería dejarme aconsejar por ellas un poco más...

lunes, 21 de junio de 2010

Hace tiempo

Hace tiempo que muchas cosas dejaron de pasar, hace tiempo que ciertas cosas están empezando a pasar.
Hace mucho tiempo no escribo, ya me hacía falta. No es fácil, pero por suerte mis manos parecen saben lo que hacen, mi corazón parece saber lo que siente y mi mente parece saber lo que piensa. Todo está conectado, para que yo en este recóndito lugar logre salir de mi misma.
Hace algún tiempo he cambiado, si he cambiado. No sabría decir si para bien o para mal, pero muy en el fondo creo que todo cambio por malo que sea, es bueno. No solo yo he cambiado, las cosas también han cambiado. Me gustan los cambios, pero eso no significa que sea buena para asumirlos ni entenderlos. Me cuesta trabajo y lo digo sinceramente resistiendo algunas lágrimas.
Hace poco tiempo, me di cuenta de nuevo que necesito un algo. Vivo, escribo, y sonrío, pero me hace falta un algo, y cuando falta un algo si que es difícil encontrar que es. Supongo que como no se 'que es' ese algo no debo buscarlo, así que seguiré en la espera.

Hace tiempo le di tiempo al tiempo, hace tiempo el tiempo me dio un tiempo a mi.
El tiempo cambió, las cosas cambiaron, yo cambié.

Hace tiempo, hace tiempo, hace tiempo...

lunes, 14 de junio de 2010

De vivir y no morir en el intento

Y todo se trata de eso; de vivir.
De ser, de existir, de estar, de fallar, de volver.
Vivir para reír y reír para seguir viviendo.

sábado, 1 de mayo de 2010

Mucho en poco

El tiempo, un instante, un segundo, una eternidad.
Una palabra, una sonrisa, una lágrima, una canción.
Una pregunta, pocas respuestas, un pensamiento, una idea.
Cantar, correr, ser, deshacer.
Ver, creer, hablar, gritar.

Saltar más largo,
volar más alto,
soñar más profundo,
creer sin ver,
sonreír para vivir y vivir para sonreír.

martes, 27 de abril de 2010

Una lágrima; más allá de una gota con sal

Y aveces pasa que apenas se termina un día, simplemente deseamos que ese nunca hubiera ocurrido. Hay tanto acumulado adentro, que se necesita más de una lágrima para que por lo menos nuestros ojos demuestren lo que hay dentro de nosotros.
Una lágrima que baja por una mejilla, es mucho más que una gota de agua con sabor salado. Un llanto es mucho más que un par de ojos hinchados y húmedos.
La sal no es el sabor preferido de muchas personas, tampoco lo son las lágrimas. Quizás si lloráramos de felicidad, estas lágrimas tendrían un sabor dulce.
A muchas personas no les gusta llorar. Por pena, por ser hombres, por que hay gente, porque no la hay, porque no tienen pañuelo, porque si, porque no.
En cambio, para otras tantas personas es hasta necesario llorar, para mí lo es. Dentro de esa gota húmeda, la sal parece ser aquella sustancia que se lleva lo salado, lo triste y lo amargo de mi. Se lleva lo que se tiene que llevar, y todo eso se queda en el silencio, en la almohada, en un pañuelo, en el cuarto, en una chaqueta, en el hombro de un amigo.

Si los seres humanos podemos saltar, saltemos. Si podemos gritar, gritemos. Si podemos sonreír, sonriamos. Si podemos llorar, lloremos.

sábado, 24 de abril de 2010

Una tecla: una nota, una letra


"Soy un piano" me dice, "Soy un piano, que no habla tu mismo idioma, pero que sabe exactamente lo que quieres, lo que eres y lo que necesitas. Un piano que sabe mejor que muchos expresar lo que hay dentro de ti".
Es un piano viejo en mi sala. Un piano desafinado, con varias teclas dañadas, le falta una que otra cuerda, y al que le cruje la madera cada vez que se le toca una tecla. Un piano rebelde, el cual intenta negarse a ser afinado completamente. Un piano prudente, el cual sabe siempre el correcto momento para callar y el correcto momento para hablar. Un piano amigo, al que siempre que le hablo sabe como escuchar y como responder.


No se tocar piano, nunca he tomado clases, nada de técnica, no se la manera correcta de hacerlo, pero sin embargo, lo toco. Apenas se leer las partituras, los símbolos, rayas y puntos son aún un idioma extraño para mi, pero sin embargo las leo.
Pasa igual cuando escribo, nunca antes lo he hecho, no se como se hace, no se si lo hago bien, no se donde escribir, pero sin embargo, lo escribo.

Los dedos de mi mano parecen moverse casi sin darse cuenta apenas los pongo sobre las teclas de marfil de aquel viejo piano; igual que cuando escribo. Es así como han salido varias melodías de mi cabeza, es así como se me clavan las palabras que escribo en este lugar, es así como me libero, es así como me renuevo.
Siento que pierdo peso, cuando suena una nota; cuando se escribe una letra, cuando sale una melodía; cuando una frase que escribo parece tener el sentido que busco.

Las palabras, las notas, los símbolos musicales, las tildes, los pedales, el teclado...

Soy música, soy palabras...

domingo, 18 de abril de 2010

Qué necesito?

Necesito un algo. Un algo para salir de nuevo. Un algo que me parta de nuevo la vida en 2, como alguna vez pasó...
Dónde lo busco? Dónde lo encuentro?
No quiero olvidar, pero si quiero recordar de otra manera. Quiero sentir para dejar de sentir. Quiero algo nuevo en que pensar.
Por otra parte, algo más parece que se evapora en el silencio, silencio porque ese algo parece no darse cuenta de lo que está haciendo; y silencio porque nadie más a mi alrededor sabe que eso se está extinguiendo también.
Hay un pensamiento clavado, clavado, clavado...
Un clavo saca a otro clavo, pero necesito encontrar un nuevo clavo.

Pensar para dejar de pensar.
Sentir para dejar de sentir.
Soñar para seguir soñando.
y ya...

domingo, 4 de abril de 2010

No todos los huecos en el suelo se llenan con tierra

Aunque lo intente y lo intente, realmente poco logro. Hay cosas que parece que nunca saldrán de nuestra cabeza, de la mía. Los recuerdos parecen no ser siempre la mejor compañía, y últimamente estos sí que han sabido apoderarse de mi cabeza.
Y quién dijo que los recuerdos no duelen...
Es como si abriéramos un gran hoyo en el suelo para enterrar algo, y por más de que le pongamos tierra y tierra encima, siempre se va a ver en la superficie.
También pasa que hay cosas que parecen alimentar esos recuerdos. Siempre, por más sencillo que sea, algo los activa en mi cabeza. Algo los trae, y en el mismo instante empiezo a sentir de nuevo, a recordar de nuevo, a pensar de nuevo, a intentar olvidar de nuevo.
Trato de echarle tierra a los recuerdos; vivencias nuevas para espantar las viejas. Poco funciona. Además por querer olvidar, parece que también me equivoco. Gran error, ahora por culpa de eso, tendré que poner cada vez más cosas en el hueco. Creo ahora que si se desea olvidar, toca esperar no apresurarse a hacer cosas que realmente no valen la pena hacer.
Pienso ahora que no se trata de olvidar, sino de que llegue el día en que esos recuerdos se puedan ver de una manera diferente. Ahora solo queda esperar ese día.

Los recuerdos son para olvidarlos?

lunes, 29 de marzo de 2010

Hoy empiezo a escribir

Nunca antes he escrito nada, me gusta, no se si es fácil, ni se cual será la mejor manera para hacerlo. Solo escribo porque creo que tengo que sacar acumulación de ideas en mi cabeza, lo hago acá y veremos si alguien algún día lo encuentra.
Empiezo a escribir con una pregunta; las palabras se las lleva el viento? el agua? el fuego? Si, se las lleva, algo definitivamente se las lleva, y aunque sean una de las cosas más magnificas que tenga el ser humano... si, en algún momento algo se las lleva.
Son muy pocas las palabras que después de todo logran quedarse con nosotros por siempre. Creo que al día vemos y escuchamos, millones de palabras, sin embargo ya nos hemos acostumbrado a ellas... Pasan por nosotros como si nada, como si fueran invisibles, muchas veces son palabras que realmente valen la pena. También nos pasa, que los sentimientos no nos dejan ver las palabras, si alguien nos dice algo importante en un momento de histeria total, pasaran derecho, sin importar lo buenas o necesarias que sean.
Quizás este espacio es para eso, para que pase lo que pase allá afuera, siempre logre por lo menos yo personalmente, recordar que aunque hayan cosas que "valen más que mil palabras", una palabra siempre será suficiente.